A veces arrastramos residuos de otras vidas o de eventos reprimidos en los más profundo de nuestro insconciente
Para empezar diferenciemos la hipnosis en sí del trabajo que se hace bajo la hipnosis. Es decir, una cosa es llevar a un persona a un estado hipnótico y otra cosa es el trabajo que se hace con esa persona una vez que está en trance.
El trance hipnótico es un estado llamado Theta. Esto tiene que ver con las frecuencias cerebrales o las frecuencias de los impulsos eléctricos que dispara el cerebro. El estado consciente se llama Beta (13-30 hz), el sueño profundo es en Delta (1-3 hz) y cualquier tipo de relajación lleva al estado Alpha (8-12 hz). Solo la hipnosis lleva al estado Theta (4-7 hz), de forma consciente, y esto permite acceder a una información interior a la que no se accede normalmente en estado de vigilia.
La inducción hipnótica, es francamente fácil. Cualquier persona puede aprender a hipnotizar.
Hay que comprender que el trance hipnótico es un estado natural en el que nos metemos solos a veces.
En el trabajo bajo hipnosis entra en juego la experiencia del terapeuta, por supuesto, pero sobre todo entra en juego el sentido común. La lógica, cuando el paciente está bajo hipnosis, es un poco diferente de la lógica del estado consciente.
El trance hipnótico permite que el hemisferio izquierdo - la mente crítica y analítica - se tranquilice - deja de "pensar" por así decirlo - y que el hemisferio derecho, el hemisferio de la creatividad, de las emociones, se active.
Gracias al hemisferio derecho se puede acceder al subconsciente - el detentor de nuestra sabiduría interna, de nuestro ser esencial sin juicio, de hecho el subconsciente funciona algo así como la mente de un niño -, a toda la información que necesita el paciente para desbloquearse.
Cuando la mente crítica y analítica ya no interviene se accede a las verdaderas emociones del paciente.
Existen diferentes técnicas para acceder a estas emociones y sabiduría interna y ayudar a un paciente: la hipnosis sugestiva, las visualizaciones, los anclajes (que son asociaciones arbitrarias creadas para acompañar al paciente en cualquier situación difícil), las regresiones, y las progresiones.
En hipnoterapia, se utilizan todas estas herramientas.
El trabajo bajo hipnosis no tiene nada de complicado, necesita sentido común, una comprensión de las necesidades emocionales básicas de todo ser humano, y un deseo profundo de querer ayudar, de querer acompañar, y no de querer aconsejar al paciente qué hacer con su vida.
La hipnosis es un regalo extraordinario ya que permite a un ser humano re-encontrarse consigo mismo.
Texto original: Florence Cohen
Algunos hipnólogos no están de acuerdo con la eliminación del síntoma antes de comprender la causa que lo provocó, es decir insisten en encontrar el origen del problema para poder resolverlo desde su raíz.
Otros hipnólogos actúan directamente sobre los síntomas y defienden que no hay un efecto retorno.
La historia de las regresiones y de la hipnosis están muy ligados. Puede decirse que desde tiempos inmemoriales se ha conocido la hipnosis, ya en el antiguo Egipto hay inscripciones que revelan la práctica de la hipnosis en los llamados templos del sueño.
En tiempos más o menos recientes:
(1) 'Para realizarla debo estar en un estado de completa relajación': La relajación solo es importante porque te ayuda a olvidarte de tu cuerpo y a centrarte en el proceso de regresión.
(2) 'Pierdo conciencia o cedo todo mi control al terapeuta': Esto es totalmente falso, porque nada ni nadie puede someterte o controlarte a menos que tú así lo decidas y en la sesión de regresión nadie debería pedirte algo así.
(3) 'Tengo miedo a ser culpable de lago malo': Hay gente a la que le da miedo saber lo que "hizo" o "qué fue" en otras vidas. Su miedo está ligado a su autoenjuiciamiento.
El objetivo de la terapia es ampliar tu manera de ver la vida, de entender mejor tus vicisitudes actuales, y solucionar tus conflictos o problemas actuales.
(4) 'No podré salir del estado de hipnosis': Esto es totalmente imposible y que se sepa no hay ni un solo caso reportado. Puede pasar que te duermas de forma espontánea y despiertes después de un sueño reparador.
Las técnica hipnótica está fuertemente desaconsejada para personas que tengan graves trastornos de la personalidad, personas con epilepsia y aquellas que son fantasiosas en exceso.
En mi experiencia recurrir a la hipnosis es tomar el 'camino largo'.
No lo desaconsejo pero tampoco lo aliento.
Como para cualquier terapia la elección del terapeuta es clave.
Lo que tengo muy claro es que revivir los traumas del pasado experimentando de nuevo todo su dolor es una vía obsoleta.
"- Yo veo al ser que hay en ti. Bienvenido a este espacio." Núria (mentora espiritual)