Cuando ya me haya ido

 

Cuando ya me haya ido, búscame en el horizonte,
búscame en el tenue ocaso
y me encontrarás con el lucero.

No te canses, no me olvides, solo... búscame.

No estés triste, no llores, solo recuérdame.

Recuérdame en la sonrisa de un niño,
en la inocente brisa que se transforma en vendaval.

Recuérdame en las flores, en la fuente de agua viva,
en el vuelo de una ave,
en la luz de un candil encendido.

Cierra los ojos y escucha tu corazón,
él te abrirá el cofre de los recuerdos,
él me traerá de vuelta a ti,
él te recordará que te quise,
te quiero y te querré.

Cuando me haya ido, no mueras conmigo,
vive por mi y por ti, hónrame así.

Nunca olvides que estoy contigo, tomándote de la mano,
aunque solo la sientas como
una brisa besándote y acariciándote, aunque no lo creas.

Cuando me haya ido, no desesperes, no llores,
búscame en tu corazón y allí me
encontrarás solo para ti, eternamente.



 


"- Yo veo al ser que hay en ti. Bienvenido a este espacio." Núria (mentora espiritual)