En el ámbito de la manifestación el aspecto masculino es el padre, la fuerza creativa, lo que da vida, el principio activo, el positivo.

El aspecto femenino es la madre, el recipiente receptor, la matriz del universo, donde el cosmos fue gestado y alimentado; también es el principio pasivo y el negativo.

La madre no crea vida por sí sola, es el medio en el que ésta se manifiesta. El principio masculino sólo puede manifestarse a través de ella, el fruto de la unión de los dos es revestido en su esencia, que en el mundo físico es la materia (mater).

La dualidad se revela a si misma en muchas formas diferentes.

Debe existir un equilibrio, un yin y un yang para todo dentro de la naturaleza. Sin dualidad no hay naturaleza.

Siempre es acerca del equilibrio. Siempre se trata de equilibrio.

dualidad

Cuando se pierde el equilibrio, la dualidad se manifiesta frecuentemente en la psiquis humana a través del drama y la preocupación. El drama y la preocupación entonces te llevan, a veces sutilmente, a la falta de autoestima y al miedo.

La dualidad, no obstante, es la belleza de tener libre albedrio, libre elección entre luz y oscuridad. ¿Lucha? ¿Quién hablo de lucha? A veces esas libres elecciones entre luz y oscuridad pueden crear lucha, y eso ha sido la faceta predominante de la naturaleza humana por siglos y siglos. Pero la lucha entre luz y oscuridad es un viejo paradigma. 

Como humano vienes a este planeta con una 'pieza de Dio's en tu interior. La oscuridad, esa parte oscura dentro de ti, ha sido puesta ahí para moderar la energía inicial que crea karma. Está ahí por una razón, y se activa en ti en cuanto naces. Es esa parte que equilibra tu humanidad. 

La ironía es que es más fácil inclinarse hacia la oscuridad y de hecho es tan fácil que prefieres negarla, negar esa parte de ti, y así has creado un chivo expiatorio, una entidad a la que hacer responsable … el diablo. Oh, y parece que el diablo está en todas partes! Y Dios en ninguna!

Es como si fuera tan rematadamente fácil ir hacia el lado oscuro y tan complicado volver tu mirada hacia tu lado divino. 

La realidad es que esto, toda esa dicotomía (separación, división, oposición, fragmentación, ...) es sobre el equilibrio de la dualidad.

Y la realidad es que el diablo no existe.

Aquellos que se entregan a si mismos a las energías oscuras de su propia dualidad caen más profundamente al siguiente nivel de la oscuridad: rabia, odio, violencia, muerte, asesinato sin remordimiento. ¿Qué es el mal? Es el lado oscuro de lo que hay en el ser humano listo para desarrollarse. El mal es un concepto de la imaginación del hombre, un intento de clasificar y entender todos sus excesos.

El ser humano es poderoso en ambas direcciones, tanto hacia la luz como hacia la oscuridad.

La buena nueva es que dentro de ti hay un sistema divino para equilibrar esta dualidad.

Utiliza la intención pura y di: "- Querida divinidad, estoy cansad@ de esto. Muéstrame lo que necesito saber para ayudar a poner esto en perspectiva".

Una vez que des el paso hacia la luz y comiences este viaje, esa cosa que te dio tantos problemas toda tu vida, es relegada a no ser esencial. No desaparecerá pero no tendrá el control.

La próxima vez que tengas una respuesta de miedo, ten el valor, la sabiduría y los medios para decir, "- ¡Alto ahí!". No permitas que la oscuridad y el miedo vayan más allá del fondo de tu corazón. El miedo nace en los intestinos y si lo permites llegará hasta tu cabeza. Permite más bien que tu sabiduría y tu amor y el conocimiento de que Dios está dentro de ti, tome el control. Entonces descubrirás que el miedo se fue. Se disipará.

Sí, a veces tratará de hacerse contigo en medio de la noche! Pero aun así puedes controlarlo, totalmente. Piensa en el amor de Dios cerca de ti en un estado protector e iluminado, y di: "- Vete, vete al asiento trasero. Sé quién eres. Eres mi parte oscura, pero no estás más al cargo".

Escucha la verdad: Tú eres más poderos@ que cualquier cosa oscura en este planeta, más poderos@ que cualquier demonio que te dijeron que estaba por ahí o dentro de ti.

Sé consciente. Lee las instrucciones dentro del ADN que trajiste aquí contigo. Permite que la maestría se muestre a sí misma, sé el chamán que tú eres.

Texto original: Kryon 'Comprendiendo tu dualidad' Julio 28, 2007

 

 

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Cuando la mente comprende que cualquier especulación, cualquier verbalización, cualquier forma de pensamiento sólo da vigor al ego, cuando ve que mientras el pensador exista aparte del pensamiento tiene que haber limitación, tiene que producirse el conflicto de la dualidad.

Cuando la mente se da cuenta de eso, entonces está alerta y capta sin cesar cómo ella se separa de la experiencia, afirmándose, buscando poder.

En esa comprensión, si la mente se dedica a ella cada vez más profunda y extensivamente sin buscar un fin, una meta, se llega a un estado en que el pensador y el pensamiento son uno solo.

En ese estado no hay esfuerzo, no hay devenir, no hay deseo de cambiar; en ese estado no hay ego, pues ocurre una transformación que no es de la mente.
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