La visualización es una herramienta que, por así decirlo, envia una 'orden regenerativa' a una parte de tu cuerpo.
El trabajo de visualización requiere primero desconectar tu mente del torbellino de pensamientos que genera tu vida cotidiana, por eso suele recomendarse realizarlo a principio de la mañana o por la noche, antes de dormir.
Busca un 'lugar seguro', tranquilo y confortable, y adopta una postura cómoda.
También se recomienda realizar una pausada y profunda respiración, para desconectar de tu 'corriente recurrente' de pensamiento.
Ejemplo de respiración consciente. Aunque el video del enlace dura 9 minutos, los 5 primeros minutos pueden ser suficientes. También puedes hacer pruebas hasta que sepas qué tiempo previo necesitas dedicarle a la respiración consciente para alcanzar un estado de quietud mental (pues no existe un mínimo de respiraciones).
El siguiente paso en una visualización es crear una 'imagen mental' que sea acorde con lo que deseas.
Siempre puedes dejarte llevar por tu propia intuición si durante el proceso descubres un nuevo camino, aunque debes evitar que tu mente divague.
Hay tres elementos claves en 'este método' de sanación:
Debes evitar ver 'algo futuro'. De lo que se trata es de visualizarte 'desde la situación deseada', no 'hacia la situación deseada'. No desde 'estoy enfermo pero quiero estar sano' sino desde el 'estoy sano, soy un ser sano'.
No debes visualizarte como 'en una película sobre ti', sino que tú eres la cámara ('cámara en primera persona') y lo que ves, el mundo, se ve desde la 'perspectiva del personaje protagonista', tú (dicho de otro modo, podrías ver tus manos, pero nunca tu cara, salvo que sea un reflejo).
No te limites a solo imaginar una situación, sino que también trates de experimentarla y sentirla en tu mente y cuerpo. Como mínimo, debes imaginar lo que 'estás sintiendo' (como protagonista de esta escena).
Puedes visualízar una parte de tu cuerpo o visualizarte todo tú en perfecto estado de salud, realizando las tareas que la enfermedad te impide o te merma hacer.
O si lo prefieres y te sientes más cómod@ puedes hacerlo en varias visualizaciones con un 'progreso paulatino', a medida que te recuperas.
Si al principio no llegas a visualizar lo que deseas, no te derrumbes. Es solo cuestión de práctica.
Empieza por intentar 'sentir', la imaginación y la autoobservación harán el resto.
Audio explicativo por Neville Goddard
Puedes descargar (gratuitamente) música de acompañamiento, por Frederic Delarue.
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