Extracto de "El Alma del Mundo" Frédéric Lenoir - Ediciones Ariel
El mundo es un vaso espiritual que no se puede manipular ....
El hombre moderno tiene la pretensión de querer controlar totalmente su vida y su entorno.
Pero al querer dominar el mundo, éste se le escapa y se rebela por medio de numerosos desórdenes naturales.
Y al querer dominar todo lo de su vida ésta se le escapa desarrollando numerosas enfermedades físicas y psíquicas.
Extracto de "El Gran Diccionario de las Dolencias y Enfermedades" Jacques Martel - Editions Quintessence
No debo sentirme culpable de lo que me sucede y pensar que se me está diciendo que estoy enfermo por mi culpa.
Soy responsable de lo que me sucede pero, en la mayoría de los casos, no es culpa mía.
Es el desconocimiento de las leyes que rigen los pensamientos y emociones sobre el cuerpo físico lo que me lleva a vivir situaciones de dolencias o enfermedades.
Debo pues tomar conciencia de mi trayectoria personal o, en el sentido amplio de la palabra, de mi trayectoria espiritual.
Allí donde descubrí que no había amor o que había poco, debo volver a descubrir que el amor estaba presente a pesar de todo.
Si me tiro desde un balcón y me rompo una pierna, ¿Diré que Dios me ha castigado?
De hecho, existe una ley que se llama la ley de la gravedad que tiende a traerme hacia el suelo. Esta ley no es ni buena, ni mala, es la ley de la gravedad.
Aunque me ponga a discutir y me enfade contra esta ley porque por culpa de ella me he roto una pierna, esto no cambia nada a la ley porque la ley es la la ley.
Así es es como se contemplan todas las enfermedades como una carencia de amor.
Se dice que el amor es el único sanador. Entonces, ¿No sería suficiente simplemente dar amor para ver manifestarse la curación? Esto es verdad en ciertos casos.
De hecho, es como si el amor tuviera que entrar por ciertas puertas para que se opere una curación, por esas puertas que se cerraron antaño al amor por heridas anteriores.
He aquí todo un campo de hallazgo y de toma de conciencia.
Extracto de "Las Leyes Espirituales" Vicent Guillem - sespirituales.blogspot.com.es
¿Cuál es la causa primera?
La causa es anímica y tiene que ver con la represión del interior espiritual.
Ocurre que cuando la persona no actúa ni vive de acuerdo con sus sentimientos, se produce un malestar interno profundo en la persona que lo padece. Eso genera egosentimientos psíquicamente dañinos como miedo, rabia, odio, tristeza, etc, que son los causantes de la enfermedad.
Este malestar puede ser estimulado por una causa externa, algún tipo de circunstancia en la vida que a la persona le resulte realmente difícil de afrontar. Llamémosle a esta circunstancia conflicto emocional.
¿Y cómo se transmite el malestar emocional al cuerpo físico para acabar generando una enfermedad?
Cuando la persona se encuentra mal emocionalmente existe un cortocircuito entre los niveles espiritual y mental que se transmite al cuerpo energético o astral, de modo que éste sufre una alteración en su configuración, un descenso en el nivel vibratorio, una 'bajada de energía', que afectará a una región concreta del cuerpo astral, como una especie de apagón que afectará a una parte del tendido eléctrico, la cual deja de vitalizar correctamente la zona del cuerpo a la que está conectada.
La falta de energía vital provoca una desconexión de la región desvitalizada respecto al resto del cuerpo y, como consecuencia de ello, el tejido desvitalizado deja de actuar en armonía con el resto.
Al perder su patrón energético, el funcionamiento normal de las células se ve afectado y comienzan a aparecer alteraciones genéticas que pueden, o bien destruirlas, provocando así una enfermedad degenerativa, o bien hacer que empiecen a crecer descontroladamente, provocando así un cáncer.
¿Y es cierto que si se soluciona el conflicto emocional se puede lograr la curación de la enfermedad?
Sí. Pero para resolver el conflicto debe haber en la persona un cambio bastante profundo, porque si la persona persiste en aferrarse a sus egosentimientos y reprimir sus sentimientos, detrás de una enfermedad vendrá otra, porque aún cuando ciertos conflictos se hayan podido resolver, aparecerán otros que activarán los mismos egosentimientos.
Por tanto, llegamos a la raíz del problema: lo que es realmente patogénico y causante de la enfermedad es el egoísmo y sus manifestaciones, y lo que es curativo y saludable es el amor y su expresión.
Y esto se cumple siempre.
Desencripta la enfermedad, descodifica tu realidad.
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