¿Sientes esa corriente que recorre cada célula de tu cuerpo, como una caricia suave que te envuelve y te eleva, un gozo que te hace vibrar y te llena de disfrute?
Si puedes dejarte llevar por ese bálsamo que cura y renueva tu ser, encontrarás un oasis en medio del caos.
El sistema límbico se encarga de premiarnos para que realicemos ciertas acciones básicas que garanticen la supervivencia de la especie.
Más allá, sabemos que con el azúcar o el chocolate, el orgasmo, al jugar y ganar, al rezar, bailar, o ser generoso, .... se activan señales neuronales que convergen en la base de tu cerebro, en lo que se conocen como el 'circuito de recompensas'.
Así, cuando sientes que una experiencia te gusta, la asocias a datos sensoriales (vista, olfato, ...) y pensamientos (qué estabas pensando en ese momento), y creas asociaciones que en el futuro puedes utilizar para reproducir esa experiencia placentera. Esas asociaciones se cristalizan en lo que se denomina 'el deseo'.
Si bien las tres situaciones naturales que activan el mecanismo del placer son la comida, el sexo y las relaciones sociales, también puede activarse con el deporte, con la meditación, o con sustancias psicoactivas (heroína, cocaína, nicotina, alcohol). O, incluso, el sufrimiento puede ser una forma de placer.
La droga de los pedófilos, pirómanos, violadores, torturadores, ...., es esa dosis de placer que experimentan en los momentos fugaces de éxtasis sensorial.
La liberación de la dopamina pone en marcha una serie de cambios en tu cerebro, así como una cascada química de neurotransmisores, opiáceos endógenos (producidos por tu cuerpo), de manera que ya te puedes imaginar realizando la acción. Cuando pasas a la acción se ven involucradas sustancias como la adrenalina y la noradrenalina que te ponen en marcha, y te recompensas con una sensación de placer al finalizar la acción o mientras esta se realiza. Por último, se cierra el circuito de recompensa con una sensación de satisfacción, punto en el que aparece la serotonina que está relacionada con tu estado de ánimo y con el deseo de volver a experimentar todo el abanico de sensaciones.
Si consumes drogas, como la cocaína, puedes liberar de 2 a 10 veces más de dopamina que con una recompensa natural, como la comida, además del efecto inmediato y potencialmente más duradero. Aunque el consumo repetitivo de las drogas acaba tumbando esos ratios, con lo que cada vez necesitarás una dosis mayor, sin contar con el efecto tóxico de la droga que se incrementa y es acumulativo. Por otra parte, el exceso de dopamina acaba interfiriendo en la serotonina (la hormona de la felicidad) con lo que cualquier sobreestimulación artificial acaba induciendo estados de ansiedad y depresión.
Lo que parece medianamente claro es que el placer no es felicidad. El placer busca más placer (la dopamina pide más dopamina).
Cuando de una forma de placer estás hart@, fastidiad@, cansad@, aburrid@, buscas, pues, una nueva sensación, una nueva idea, un nuevo símbolo.
Rechazas entonces la vieja sensación y te abras a una nueva, con nuevas palabras, nuevas significaciones, nuevas experiencias. Resistes a lo viejo y cedes a lo nuevo que consideras superior, más noble, más satisfactorio.
Así, en el deseo hay resistencia y rendición, lo cual involucra tentación; y, por supuesto, en el ceder a determinado símbolo de deseo hay siempre temor a la frustración.
Krishnamurti
Se ha comentado entre los eruditos que en la época de los atlantes se potenció, a través de la manipulación genética, el centro del placer de los humanos para garantizar el rendimiento de su trabajo como esclavos.
Un curso de milagros (ucdm) explica que el placer y el dolor son igualmente ilusorios, ya que su único propósito es ser testigo de que te encuentras aquí, dentro de un cuerpo, y que se te puede hacer daño. También puedes tener placer, pero el coste de este es el dolor. Estas afirmaciones son coherentes si recuerdas que el objetivo del curso es hacerte comprender que no eres un cuerpo y que el mundo de la manifestación es solo una ilusión de tus sentidos.
En el mundo del marketing es bien conocido el efecto que el uso de imágenes puede tener para despertar el deseo y activar la imaginación, todo con el fin de provocar un condicionamiento en la toma de decisiones. Sin ir más lejos, en los advergaming (juegos digitales para niños) se presenta la marca comercial en momentos claves del juego, como la consecución de objetivos o la obtención de premios, para activar los engranajes del placer y crear una asociación marca-felicidad en la mente de los más pequeños.
Para los ascetas todo placer es malo y peligroso, y por ende para purificar el espíritu ven necesario la negación de los placeres materiales, y abogan muchas veces por el uso del dolor. Aunque es precisamente ese mismo dolor autoinfligido o, incluso, la abstinencia, su propio 'camino de placer'.
Y, sin embargo, para otros, como para Kryon, en sus trabajos de autocapacitación para elevar la conciencia humana, enfatizan la siguiente pregunta: ¿Tienes placer en tu vida? Pues este es un buen indicador de cómo se está desarrollando tu experiencia vital. Si no hay ilusión, si no hay placer en tu día a día, es sinónimo de 'falta de amor' y, por ende, de enfermedad.
Para Adamus (círculo carmesí) ya no hay lugar para la culpa o la vergüenza en la vida de un maestro, en tu vida. Es hora de soltar todo eso y avanzar hacia el gozo de tu experiencia en tus creaciones.
¿Obtienes placer en tu trabajo? ¿Hay placer en tus relaciones personales?
¿Qué es lo que está bloqueando tu placer? ¿Por qué crees que tienes que comprarlo?
¿Crees posible permitir que tus sentidos guíen el camino, y disfrutar cada sensación en tu cuerpo? Dejar que te lleven en un viaje sin esfuerzo.
No juzgues lo que sientes, ni te limites a lo conocido. Abre tus sentidos a lo nuevo, y disfruta de lo desconocido.
Deja que el placer inunde tu ser, y te lleve a un estado de gratitud. Explora, siente, y sé libre, de ser quien eres.
¿Cómo sería descubrir el verdadero placer de reconocerte como 'ser soberano' y experimentar una vida plena?
Un ser humano, en la vieja energía, tiende a vivir en su cabeza; allí es donde está todo. Allí es donde oye todo, saborea todo, ve todo, todos los centros de placer están allí. Y tiende a mirar hacia abajo al resto del cuerpo y decir "- Espero que funciones, y espero que sobrevivas". Y vive ese día, único día, solo con su cerebro. Muy, muy común. Y luego todo esto es aumentado por cada publicidad médica que ve en televisión: no eres responsable, no es culpa tuya. Entonces luego tiene que drogarse para hacer que ese cuerpo funcione. De modo que tu propia sociedad insiste en este paradigma de vieja energía.
La verdad es esta: es una experiencia de cuerpo entero, hasta tu uña del pie. Todas saben quién eres, cada una de tus células está esperando que el jefe les hable. Hemos dado este mensaje muchas veces, pero en este tiempo es ligeramente diferente. Este cuerpo inteligente sabe sobre tu percepción consciente; si deseas hablarle, ayudará mucho. Si deseas tomar esta luz que tienes y luego difundirla alrededor a tus células y tu cuerpo, para agradecer a cada órgano, a cada miembro, para realmente dirigirte a tu cuerpo: "- Gracias por trabajar conmigo. Gracias, células, por todo lo que hacen. Juntos vamos a vivir largo tiempo".
Y lo que pasa es que este mensaje va al sistema de la salud dentro de ti, y empieza a ocurrir el equilibrio. No solo el equilibrio; ideas intuitivas sobre qué cambiar en tu vida que podrían ayudar, eso también ocurrirá. Tal vez sea comer de manera diferente. Tal vez sea mudarse a otro lugar. Todas estas cosas vienen de tu estructura celular, de hablar con tu Innato, de hablar con tu intuición, y van directamente a esa mente tuya, y tienes una idea. Esa es tu estructura celular hablándote.
Texto original Kryon
Desencripta tu mente, descodifica tu realidad.
Tu respuesta personalizada a través de la discovery sesiön - lectura del alma, la forma más inequívoca de tomar consciencia y hallar respuestas.
La alternativa es la toma de conciencia.