Proyectas tu mundo interior en una pantalla en la que transfieres tus sombras y luces a los demás, creyendo que son ellos los que tienen la responsabilidad y la culpa de lo que ves.
Las 'gafas de tu percepción' distorsionan la realidad, haciendo que interpretes lo que ves a través de tus propias creencias, prejuicios y experiencias pasadas, perdiendo así objetividad y claridad en la comprensión del mundo que te rodea.
Comúnmente se conoce el término 'proyección' como el proceso de atribuir a otros lo que pertenece o le pasa a uno mismo.
En el día a día atribuyes en los demás emociones y carencias propias. Los demás se convierten en espejos.
Y normalmente, aunque no siempre, repudias lo que proyectas, por lo tanto, escoges creer que no forma parte de ti. Es decir, aquello que rechazas de ti y no quieres reconocer como tuyo lo proyectas en un intento de sentirte mejor contigo mism@.
El efecto más perverso viene del hecho de que te excluyes a ti mism@ al juzgar que eres diferente de aquel sobre el que proyectas. Puesto que también has juzgado contra lo que proyectas, continúas atacándolo porque continúas manteniéndolo separado de ti.
El ego utiliza la proyección con el solo propósito de destruir la percepción que tienes de ti mism@ y de los demás. El proceso siempre comienza excluyendo algo que existe en ti (pero que repudias).
'Un curso de milagros' va más allá y dice que el 'mundo que vemos', el mundo exterior, no es nada menos que una proyección de nuestros pensamientos.
En psicología se conoce a la proyección como un 'mecanismo de defensa', y se utiliza para sacar a la luz determinados rasgos de carácter, como las motivaciones, los problemas y las frustraciones.
A la inversa, en tus relaciones personales, respondes automáticamente a una imagen interior, y, por tanto, no te relacionas realmente con la persona que conoces o tienes cerca, sino con esa imagen que has creado en tu mente.
Típicamente, cuando te enamoras no estás respondiendo a lo que la otra persona es en realidad, sino a una imagen ideal, a la idea que, por factores inconscientes propios, has decidido crear del otro en tu mente. Sobra decir que las proyecciones no superarán la prueba de realidad pasado un corto periodo de tiempo. Por tanto, te expones a la frustración y al desencanto que el momento en que por fin 'se rompe el encantamiento'.
Otro ejemplo, si tienes tendencia a falsear la realidad, puedes proyectar esta característica en los demás, desconfiando de todos o asumiendo el engaño como patrón de comportamiento. De esta forma, te evitas confrontar tu propia tendencia a mentir y te sientes más segur@ con la propia imagen que tienes de ti mism@.
¿Crees ser capaz de alivianar el peso que tienen todos estos 'constructos mentales' en tu vida?
Si los utilizas para definir a los demás y, por tanto, para definirte a ti mism@, incurres en una terca carrera por justificarlos y defenderlos.
Sin embargo, cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado se tornará indiferente para tu 'sentido de identidad'. Podrás expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, sin que tu diálogo esté teñido de agresividad ni de una actitud defensiva. Tu sentido de identidad pasará entonces a nutrirse en un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no en tu mente egoica.
¿Cómo sería tomar conciencia de tu luz y de tu oscuridad, aceptando la existencia de ambas, para retomar contacto con tu verdadero Ser?
Desencripta tu mente, descodifica tu realidad.
Tu respuesta personalizada a través de la discovery sesiön - lectura del alma, la forma más inequívoca de tomar consciencia y hallar respuestas.