Te has convertido en tu peor enemigo, juzgando y criticando cada uno de tus movimientos, sufriendo por tus propias palabras y acciones, atrapad@ en un ciclo interminable de arrepentimiento.
Tu mente es una prisión oscura, donde la culpa y la vergüenza son los guardias, y tú eres el prisionero que se castiga a sí mism@, sin encontrar la llave que abra la cerradura.
Este síndrome comienza con una simple crítica hacia ti mism@. De pronto esa crítica ha tomado forma, cuerpo, poder.
Por lo general, tu rutina de pensamiento contiene dos o más de los siguientes ingredientes:
Tienes un defecto 'imperdonable'.
Ese 'error' significa que no te puedes querer tal y como eres.
Tendrías que esforzarte mucho, trabajar duro contigo, para cambiar ese defecto pues solo eliminándolo merecerás cariño, amor, aceptación, abundancia, ....
De hecho, cuanto más dur@ seas contigo y más te critiques, más motivad@ vas a estar para trabajar sobre ese defecto y más fácil y rápido se producirá el cambio que te convertirá en "aceptable".
El defecto en cuestión puede tomar muchas formas. Puede ser, por ejemplo, una estructura mental limitante, o un vicio, quizás un sentimiento reprimido, el recuerdo de una experiencia dolorosa en la infancia, o un trauma de nacimiento, ...
Es muy fácil entrar en el círculo vicioso del síndrome de autocrítica destructiva.
El material que apoya cualquiera de esos pensamientos primarios es muy abundante. Puedes encontrar alimento para ese defecto en el mundo de los negocios, en tus relaciones personales, en las redes sociales, en tu educación, en tu familia, en los talleres de autodesarrollo.
'No te mereces ser feliz' es la conclusión obvia. Y es totalmente falsa.
El autodesarrollo auténtico no se consigue a través del combate de tus defectos. Ese camino es un camino de sufrimiento. No de crecimiento.
El síndrome de autocrítica destructiva te debilita y no permite la expansión de tu verdadero potencial.
En vez de interpretar 'los errores' como oportunidades para aprender, los utilizas para desvalorizarte. No te permites reconocer lo alcanzado, ni disfrutarlo plenamente.
Texto original: Demian zur Strassen
Te agotas. A veces la imagen que te has forjado de tu ídolo, maestro o gurú te martiriza, por simple comparación con 'tu imagen de ti mism@'.
Es importante que seas consciente de que no tienes ningún camino prefijado. Aprender a ser feliz es reconocer que tienes derecho al error y a la imperfección, sea lo que sea que otros decidieron que fuera la perfección, o que la hayas esculpido tú. Si rascas un poco verás que toda idea de perfección es solo un constructo mental - no es real, a menos que tú así lo decidas.
¿Qué te parece empezar por experimentar la vida de una forma más amable? ¿Cómo sería desarrollar tu consciencia y crecer?
Escucha con atención, la voz del amor y la compasión que te llama, libérate de las cadenas que te atan al dolor, y abraza la belleza de tu ser sin condiciones ni comparación.
Permite que tus errores sean lecciones, y tus debilidades, oportunidades de crecimiento, no te culpes por ser humano y cometer errores, sino valora tu fortaleza para seguir adelante con coraje y esfuerzo.
¿Eres capaz de amarte a ti mism@? ¿Eres libre de amar?
Confía en ti mism@ y en tu capacidad para sanar, y verás que la luz brilla en ti, y la crítica destructiva se desvanecerá en la nada, dejando espacio para la aceptación y la libertad.
Desencripta tu mente, descodifica tu realidad.
Tu respuesta personalizada a través de la discovery sesiön - lectura del alma, la forma más inequívoca de tomar consciencia y hallar respuestas.
La alternativa es la toma de conciencia.