Eres como un barco a la deriva, en medio de una tormenta, con las olas golpeando sin cesar contra tu cuerpo cansado, y el viento soplando con fuerza, llevando tus pensamientos a lugares lejanos, oscuros y desconocidos.
¿Tu corazón late con fuerza, como si quisiera escapar de ese caos interno que te ahoga y te deja sin aliento, y tus manos tiemblan, incapaces de encontrar el rumbo que te saque de este mar de preocupaciones y peligros?
Cualquier situación que requiera una demanda ampliada o un sobreesfuerzo a tu organismo es generadora de estrés.
El estrés puede ser psicológico (la presión de tu entorno, ...), físico (una fuerte demanda para tu cuerpo vinculada al trabajo, al deporte, al calor, al frío, ...) químico o bioquímico (ingesta de medicamentos, quimioterapia, cambio hormonal, ...).
El estrés en sí es de hecho menos importante que tu reacción frente a este. Puede ser positivo, estimulante y creativo tanto como amenazador o nocivo para tu cuerpo, según como sea tu reacción frente a las situaciones, sucesos, sentimientos y dificultades.
Los cambios en general son una fuente de estrés para muchas personas. También es más fácil quedar atrapad@ en el drama y en las conspiraciones.
Recuerda que incluso un acontecimiento feliz puede llevarte a vivir un estrés importante.
El estrés te afecta limitando la capacidad de comunicar entre tus cerebros derecho e izquierdo, esto provoca un efecto acumulativo en tus funciones cognitivas. Pierdes tu capacidad para ver las cualidades positivas de las personas, de las situaciones, .....
Si tu estrés psicológico es suficientemente grande, se traducirá tarde o temprano en estrés biológico bajo forma de una enfermedad: adenopatía, alucinaciones, bulimia, calvicie, cálculos renales, cáncer, desórdenes de comportamiento, dolores de cabeza, fibromialgia, hemorroides, hernia discal, dolencias del hígado, hipertiroidismo, impotencia, infecciones de toda índole, fibromatosis, esquizofrenia, miositis, problemas varios en el ano, en la boca, en los ojos, en las manos, en la piel, en el pelo, o en los testículos, entre otros.
El cortisol es la 'hormona del estrés', una hormona esteroidea que se produce en la glándula suprarrenal y se libera en respuesta al estrés.
Es esencial para el funcionamiento normal del cuerpo, pero niveles elevados y prolongados de cortisol pueden tener efectos negativos en la salud, incluyendo aumento de la presión arterial, disminución de la función inmunológica, aumento de la inflamación y disminución de la densidad ósea.
Además, niveles elevados de cortisol pueden contribuir a problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
Necesitas mirar en tu interior y analizar tus reacciones, tus motivos y tus actitudes en vez de echar la culpa a las situaciones exteriores.
¿Qué te parece empezar por aprender a relajarte y a considerar los beneficios del estrés, evitando que se convierta en una dependencia?
Recuerda que eres el capitán de tu propio destino, y aunque las tormentas te sacudan con fuerza, tú tienes el poder de mantener tu barco a flote y llevarlo a buen puerto, con calma y determinación.
Respira hondo, cierra los ojos y siente cómo tu cuerpo se relaja y tu mente se serena, y deja que el viento insinúe esa paz que reside en tu interior, que está ahí, esperando por ti.
¿Cómo sería abrirte a la energía del 'Yo soy', de la presencia de tu divinidad, no solamente en el momento o en el ahora, sino en la realidad, en el espacio, en la conciencia?
Cuando tu presencia 'Yo soy' se permite a sí misma estar presente, en este momento consciente, cualquier cosa puede suceder.
Ahí es donde tienen lugar lo que otros llaman milagros. Todo es acerca del 'Yo' más elevado en el momento consciente presente: 'Yo soy'.
Cuatro trucos para gestionar el estrés:

Mantén el foco en tu respiración
Cuando respiras profundamente, el cuerpo envía un mensaje a tu cerebro para calmarse y relajarse. El cerebro envía entonces este mensaje al resto del cuerpo.

Céntrate en una cosa a la vez
Realizar varias tareas al mismo tiempo disminuye las funciones analíticas y la memoria.
El 'multitasking' reduce la circulación sanguínea del lóbulo temporal derecho.

Dosifica la empatía
La empatía es un arma de doble filo.
Por un lado, ponerte en el lugar del otro de forma descontrolada puede hacerte tomar una decisión irracional, pero por el otro, tener falta de empatía puede provocar que seas incapaz de tener en cuenta cómo tus decisiones afectan a tu entorno.
Una dosis justa de empatía es la clave.

¿Qué haría otro en mi situación?
Salir por un momento de uno mismo y ver cómo actuaría otra persona ayuda a mantener la calma.
Los problemas de otros nos parecen que tienen una resolución más fácil en comparación con los nuestros.
Texto original de los 4 trucos: El confidencial alma-corazon-vida
Desencripta tu mente, descodifica tu realidad.
Tu respuesta personalizada a través de la discovery sesiön - lectura del alma, la forma más inequívoca de tomar consciencia y hallar respuestas.
La alternativa es la toma de conciencia.