Con el paso de los años empiezas a ser testigo de ciertos cambios en tu cuerpo: pérdida de flexibilidad, de destreza, de energía.
Llevas mucho tiempo arrugando tu frente pensando en si has vivido el tipo correcto de vida, si has hecho las cosas correctas y dado los pasos correctos.
Has estado jugando con la oscuridad o has quedado muy atrapad@ en la conciencia de masas, que te marca un camino de decadencia programado según el cual si te estás haciendo mayor, si alcanzas la vejez o te estás haciendo viejo, debes aceptar que tu vista, tu audición, tu espalda, tu energía se agoten.
Probablemente sientes un profundo pesar por tu pasado y empiezas a sentir que ya no tienes un lugar en este mundo. Puede que, incluso, empieces a pensar que la vida era mejor antes.
Tus ojos se oscurecen y te cuesta ver las cosas bellas de hoy en día, pues tus pensamientos entán orientados hacia el ayer y eres muy crItico y pesimista con el presente.
Esa rigidez en tu modo de pensar se transmite automáticamente a todo tu ser.
De hecho, si vives en un mar de dudas, cuestionando tu historia personal, estresándote mucho pensando en lo que hiciste o lo que dejaste de hacer en tu vida, casi intencionalmente te distraes de ella.
El cuerpo en realidad debería mejorar con la edad, porque tiene más experiencia, más sabiduría en cada célula. Debería mejorar, no envejecer, no más deterioro.
¿Crees poder permanecer abiert@ a los cambios y aceptar un cambio de perspectiva? ¿Sabías que el tiempo y el espacio simplemente no existen? Entonces, como ellos, el envejecimiento es solo una percepción.
¿Podrías permitir que el tiempo, el espacio y la energía estén realmente a tu servicio en respuesta a tu conciencia? Abrirte al amor en ti y dejar ir lo que no te pertenece.
Debes saber que tu cuerpo tiene la capacidad, a través de su red de comunicación de luz, para liberar enfermedades, para hacer en realidad un cuerpo más flexible, más eficiente, más energetizado. La mayoría de las personas ni siquiera son conscientes de esto, e incluso aquellos que sí son conscientes no dan un paso atrás en sus mentes preprogramadas.
La clave está en desprenderse del miedo y la decepción de envejecer, y concentrarte diariamente en ser más joven y vivir más tiempo.
No trates de dirigir la línea de la realidad de tu edad cronológica, ni luches por retrasar las cosas que no quieres que lleguen con ella. En vez de eso, trae a todo tu cuerpo fuera de la sincronicidad del viejo paradigma y haz que el reloj camine más despacio.
Puedes cambiar las hormonas, tu sistema inmunológico e incluso tu apariencia al trabajar con el reloj corporal.
Comienza demostrándole a tu cuerpo que tu realidad es distinta de lo que era, y ayúdalo a 'crear tu verdadera edad'.
Las partes del ADN a las que te diriges cuando 'hablas con tus células' son interdimensionales. Esta clase de sistema no es lineal, no comprende tu lenguaje y ni responde a tus procesos lógicos.
'Hablar a tus células' es un proceso energético. Lo que se necesita es energía, no palabrerío. Cambiar la forma en que te expresas no hace más que cansarte la voz. Necesitas visualizar, no verbalizar. Pasa más tiempo dirigiéndote a tus células con la visualización de lo que deseas. Contémplate tal y como quieres estar. Contémplate con un ADN joven. Recuerda, el cuerpo pasó por eso, y tiene la memoria celular de tu ADN joven.
Así que comienza a establecer un tiempo para comunicarte diariamente, durante sólo unos minutos, y crea poderosas visiones de cuál es la meta para tu proceso corporal. Visualiza piel joven, una salud y una actitud juvenil. Tu cuerpo obtendrá la idea y comenzará a responder.
Eso es lo que hacen los maestros y funciona. Sin embargo, tendrás que aprender a salir de tu paradigma de 3D de desear sostener conversaciones verbales. 'Hablar a tus células' se hace con energías de visualización.
Kryon
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