Durante los últimos meses de gestación o embarazo, cuando solo eras un feto, tus sentidos ya estaban despiertos y tuviste conocimiento de todo lo que tu madre, tu padre y la gente de tu entorno pudieron verbalizar.
Podías sentir las emociones, los 'estados de ánimo' de estos, en particular los de tu madre, con la que mantienes lazos privilegiados e intensos.
El modo en que interpretaste lo que oíste o sentiste durante este período tendrá una repercusión sobre tus comportamientos o tu forma de ver la vida.
Si tuviste la sensación de que 'hiciste sufrir a tu madre' durante la gestación o el parto, arrastrarás durante tu vida un sentimiento de culpabilidad (que volverás a vivir con otras personas). Frecuentemente, ella misma contribuyó a aumentar el nivel de dolor con su ansiedad, sus miedos y también, probablemente, por el hecho de que revivía inconscientemente su propio nacimiento (que, a su vez, pudo haber sido 'traumático') .
El modo en que se desarrolló tu nacimiento o los medios utilizados para facilitar este, pueden tener una influencia inconsciente en tu día a día. Veamos algunos ejemplos:
Si naciste prematuramente, frecuentemente manifestarás impaciencia: quieres terminar una tarea antes de haberla empezado.
Además, tu paso por la incubadora hará que, frecuentemente, vuelvas a vivir esa misma soledad profunda y una sensación de impotencia frente a ciertas situaciones o ciertas personas (tendencia a aislarte y bajo nivel de energía). Puedes incluso llegar a experimentar un sentimiento de rechazo intenso porque tuviste la sensación de que tu madre te abandonó tras el parto.
Si naciste con retraso, tendrás una fuerte tendencia a procrastinar, dificultad para ser puntual y para entregar los trabajos a tiempo. Te tomas siempre 'tu tiempo' y te sientes frecuentemente desbordado por las cosas pendientes. También te gusta que las cosas estén hechas a tu modo. Puedes incluso demostrar agresividad frente a las personas que quieren hacerte sentir culpable de tus retrasos, porque para ti estos son siempre consecuencias de acontecimientos externos.
Un nacimiento provocado frecuentemente significa que no estabas list@ para nacer. Puedes vivir con un sentimiento permanente de frustración, que te acompañarán a lo largo de tu vida. También puedes desarrollar desconfianza para con tu entorno.
Si tu madre necesitó anestesia para traerte al mundo, puedes tener tendencia a 'adormilarte' en cualquier momento, o a 'anestesiar' la realidad cuando no te conviene. No la percibes con claridad e interpretas los sucesos a tu modo, según los miedos que entretienes.
Si naciste por cesárea, generalmente tienes dificultades para llevar tus proyectos a término. Cualquier esfuerzo prolongado y constante te resulta difícil. El desánimo te invade fácilmente. También puedes tener la sensación de que la vida o la gente te tratan injustamente o que no recibes el justo pago por tus esfuerzos.
Si naciste de nalgas, frecuentemente vives culpabilidad, en particular porque tienes la sensación de hacer sufrir a la gente que te rodea. Retienes mucho y tienes dificultad para soltar y confiar. Así vives mucha tensión interior. Todo es difícil y parece durar una eternidad. También puedes tener la sensación de sentirte limitad@ en tus acciones y en tus proyectos; como si la gente y las circunstancias de la vida se las ingeniaran para verte caer en todo lo que quieres emprender.
Si tenías el cordón umbilical alrededor del cuello, puedes llegar a sentirte 'ahogado' por la gente o las situaciones. Puedes ser más frágil de la garganta, tener dificultades para expresarte o comunicar simple y afirmativamente. Tienes tendencia a sentirte 'pillad@ por la garganta'.
Un nacimiento vaginal permite la colonización del bebé con bacterias típicas de la flora vaginal de la madre, lo cual favorece que haya una buena programación metabólica y una mayor diversidad bacteriana en la edad adulta, que le protegerá contra la obesidad, las inflamaciones intestinales y la depresión ...
Xevi Verdaguer
Tomar conciencia de las circunstancias del momento de tu nacimiento te puede ayudar a comprender y a cambiar ciertos patrones o comportamientos recurrentes.
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