Permaneces cautiv@ de tus propias cadenas. Cada paso es un recordatorio afilado, un lamento ahogado. Tus articulaciones son prisioneras de una danza atormentada y testigos de una carga que no cesa de crecer. El clamor de las coyunturas desgastadas susurra una melancólica canción del amor que no fue.
📋 La artralgia es el dolor en las articulaciones que acompaña otros cuadros como la artritis, la gripe, la hepatitis, las paperas, la mononucleosis, el sarampión, o incluso la depresión, los trastornos de ansiedad, los estados de nerviosismo, las tensiones musculares, o las lesiones de los huesos, tendones o nervios.
Normalmente, tus problemas de articulaciones tienen su origen en tu 'falta de flexibilidad' para adaptarte a la vida o para hacer frente a los cambios que le son inherentes.
El dolor en tus articulaciones refleja un elevado nivel de acumulación de energía, de angustia y/o de frustración.
No obstante, en esta época pospandemia covid-19 estos síntomas se relacionan con mayor frecuencia con un conflicto, inconsciente o no, frente a las figuras de autoridad. Otros ejemplos de la tensión de estos momentos históricos son los brotes de herpes, o la viruela del mono (mpox).
Al plegarte a ciertas inhibiciones, al miedo a las sanciones, a la disciplina o a los mandatos de otros (que te ven 'como a un niño' más que como a un ciudadano) te sientes maniatad@, prisioner@ o sometid@ a un poder ajeno. Sientes que toda nueva medida, del más democrático al más autocrático de los gobiernos, es en esencia restrictiva.
Así, puede que en tu caso sueñes con un cambio real en la vida y con desempeñar un papel activo en él, pero que solo estés experimentando rutina y descontento.
Hasta ahora tu descontento se canalizaba hasta alcanzar cierto resultado (un nuevo trabajo, una nueva relación, ...); es decir, en vez de poner en tela de juicio tu vida y todo el proceso mismo de la existencia, tu energía se canalizaba hacia resultados superficiales. Resultados que, en el fondo de ti, te hacen sentir que vives en la mediocridad, y que pierdes tu energía y el empuje necesarios para el verdadero cambio.
Y esto es así porque lo intuyes: La transformación del mundo se efectúa por la transformación de uno mismo.
El comprender las diferentes capas de la conciencia, el sacar a luz el lastre de tu pasado, de las diversas experiencias personales desde la infancia hasta tu presente, examinando en las experiencias colectivas de tu padre, tu madre, tus antepasados, tu raza, el condicionamiento de la sociedad en la que vives, te abre a un nuevo estado de posibilidades.
Es a través de la luz de la conciencia que el dolor desaparecerá. Pero para que el cambio sea real primero necesitas reconocerte.
¿Cómo sería permitir la transformación en ti que te devuelva a tu estado natural, un estado de gracia?
Desencripta la enfermedad, descodifica tu realidad.
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