diccionario metafísico aire de luz - descifrando la dinámica energética

trauma

En la sombra persiste el eco de la tormenta, un viento helado que te sacude. Recuerdos, fragmentos de dolor atrapados, imágenes revividas una y otra vez, como espinas clavadas en tu alma. En la oscuridad, tus sueños son espejismos, cadenas que te atan sin piedad al pasado.

📋 El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es un estado de angustia recurrente que se sufre tras un episodio traumático. 

Los síntomas, que pueden variar de una persona a otra, incluyen pesadillas, recuerdos intrusivos, evasión, cambios súbitos en el pensamiento, en el estado de ánimo, y/o en las reacciones físicas o emocionales (comúnmente llamados episodios de recuerdo disociativo).

Estos síntomas interfieren considerablemente en tus relaciones personales, sociales y laborales. También pueden socavar tu capacidad para realizar las tareas más corrientes en tu día a día.

Tu trastorno está expresando mucho estrés interior, un profundo dolor en tu corazón. Una herida que traes a cuestas; ese dolor profundo que parece has sentido toda tu vida.

Muy a menudo has creado una identidad alrededor de esa herida. Has generado 'destrucción y trauma' a partir de esa experiencia.

Fue una experiencia, pero no es tuya. Por favor, toma una profunda respiración y déjala ir. No es tuya.

La primera cosa a mirar son las heridas que has tenido por algún tipo de abuso sexual en el pasado en esta vida. En la mayoría de los casos no fue algo físico. Muchas veces fue psíquico, un tipo de abuso psicológico, y esto fue reforzado por la conciencia de masas que te conduce a creer que para sanar necesitas sufrir. Te has dejado a ti mism@ resbalar directo dentro de todo este sistema de creencia e hipnosis. 

Estás atrapad@ en tu mente y no sabes cómo salirte. Probablemente, has leído y has escuchado muchas cosas, pero debido a que el trauma en tu vida es tan profundo, es muy difícil para ti ahora salirte de tu mente. Y ahí es exactamente donde el 'virus de la energía sexual' existe y quiere que tú estés, en tu mente. 

Vas a encontrar que has estado colocando mucha culpa en ti mism@ aun cuando no fue acerca de ti. Esta fue una energía externa que ha afectado tus emociones, tu equilibrio psicológico y tu equilibrio espiritual.  

A veces se hace necesario trabajar con un facilitador. No es necesario regresar al pasado o revivir el incidente. Solamente aceptar que el incidente tuvo lugar; eso es suficiente para dejarlo ir. Trabajar con un facilitador para sacar todo esto a la luz, no en aras de un montón de drama, no en aras de procesar, sino en aras de liberar.

Trabajar tu respiración te facilitará equilibrar tus energías masculina y femenina, y liberar tu pasado.

Texto original Adamus Saint Germain

 

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El 'virus de la energía sexual' está presente en todas partes, es esencialmente un desequilibrio entre las energías masculinas y femeninas, que a su vez son el punto de mayor enfoque de la dualidad. Dicho de otra forma, la dualidad se muestra más fácilmente en la separación entre lo masculino y lo femenino, y así a través de todo el cosmos.

El virus de la energía sexual va a entrar en ti, en tu corazón, y te va a hacer sentir indign@, deprimid@, avergonzad@. Te mantendrá en el nivel más bajo de funcionamiento, te alimentarás de forma inadecuada, te sentirás siempre cansad@, te sentirás atraid@ por el mundo ilusorio de los juegos de poder, te sentirás carente de inspiración, sin luz, sin tu luz interior, te sentirás incapaz de brillar, siempre en el lugar y en el momento erróneo, víctima del mundo.

¿A quién echarle la culpa? ¿A tus padres? Por tu niñez, por el abandono, la falta de atención, el abuso, ... ¿A quién echarle la culpa? ¿A tu entorno? La cultura donde creciste, la iglesia, ... Esto es algo que a los humanos les encanta hacer, echar la culpa a los otros y reprocharse a sí mismos.

Pero lo cierto es que no hay ningún culpable. Aunque esto pueda resultar muy frustrante. Hicieran lo que hicieran, los otros, nadie es culpable. Y no tienes la culpa tú tampoco. No, ni siquiera tú mism@.

Tampoco eres la víctima. Quizás te pusiste el disfraz de víctima por un tiempo. Has tenido muchas experiencias, algunas fueron duras, difíciles, traumáticas, sí, pero tú no eres una víctima.

Cualquiera que siga pensando como víctima, que continúe culpando (como víctima que piensa que es), continuará 'creando como víctima'; en otras palabras, creará más basura, más dificultades.

Cualquiera que elija liberarse de todas esas cosas que no son suyas, aquel que elija 'dejar ir', aquel que simplemente tome conciencia de 'Yo soy el que yo soy', llegará a su propio Ser.

¿Cómo sería ser inmune a cualquier virus, energía, interferencia, influencia, que te haga sentir desconectado de tu divinidad?

Texto original Tobias