En lo más profundo de tu ser, un intruso invisible se ha alojado. Un vínculo eterno con el peligro, una sombra que no se desvanece. Una carga silenciosa que te oprime el pecho, un abrazo de miedo y un suspiro deshecho. Tu cuerpo lucha, pero el enemigo persiste, dejando huellas, un grito que insiste. En las sombras, un viento frío y lento, una danza de incertidumbre y tormento.
📋 SIDA significa 'Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida', y viene a referirse a la etapa final de la infección por el virus VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana).
El 'virus de la inmunodeficiencia' se transmite a través del fluido sexual o a través de la sangre (sangre contaminada de una transfusión sanguínea, compartir una jeringuilla infectada, herida en contacto con sangre infectada, ...).
Puedes ser seropositivo (portador del virus) y, no obstante, tener buena salud.
Habrás desarrollado la enfermedad si te vuelves incapaz de protegerte contra ciertas otras infecciones, como la neumonía o el cáncer, porque tu sistema inmunitario se ha debilitado.
Tu sistema se vuelve deficiente en células T (los linfocitos o variedades de glóbulos blancos de la sangre y de la linfa).
Tu timo, donde se forman las células T, está afectado y la energía del corazón también lo está.
Tu sistema emocional está en desequilibrio y es incapaz de expresarse libremente.
Probablemente, vives una gran culpabilidad frente al amor y tienes la sensación de no estar a la altura.
Todo tu sistema se debilita y te vuelves cada vez más vulnerable a toda forma de invasión.
¿Qué tal empezar por tomar conciencia de que reprimes emociones como el miedo y la ira? Reniegas del Ser que eres, hasta el punto de desear tu destrucción total.
De tu incapacidad para amarte y aceptarte tal y como eres, resulta tu incapacidad para protegerte. Frecuentemente, esta consecuencia de la enfermedad es también el origen de la transmisión del virus.
Tu fuerza interior que, normalmente, está apoyada por el amor, la aceptación y un deseo intenso de vivir, se debilita lentamente. Incluso inconscientemente, la muerte puede parecer la solución a tu desesperación.
Vivir una experiencia sexual puede mostrarse muy revelador emocionalmente.
Incluso espiritualmente, tener una relación sexual puede llevarte a vivir acontecimientos benéficos tan pronto como brota la energía sexual desde el chakra base (que es la fuente de tu impulso espiritual).
En cambio, si te centras únicamente en la autogratificación y la autocomplacencia, esta energía puede girarse contra ti.
¿Cómo sería aprender a reconocer las energías que están en ti? Aprender a hacer un buen uso, será lo mejor para tu evolución.
El primer paso es aceptar quién eres, un ser divino y magnífico.
Desencripta la enfermedad, descodifica tu realidad.
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La alternativa es la toma de conciencia.