Una presencia oscura se oculta en tu interior, una sombra temida que crece sigilosa como ladrón, devorando la vida, la corrompe, y en su avance, amenaza tu realidad. Feroz y despiadado, un enemigo que finge ser un recordatorio constante de tu fragilidad. Busca arrebatarte la esperanza, se expande sin control, como raíces que se enredan en tu ser. Sus garras afiladas desgarran tus sueños, y en su abrazo frío, sientes el temor crecer.
📋 El cáncer se caracteriza por el desarrollo de células anormales que crecen descontroladamente, sobrepasando a las células normales. Las células cancerosas tienen la capacidad de invadir y destruir tejidos sanos, formar tumores y propagarse a otras partes del organismo a través del sistema linfático o sanguíneo, en un proceso conocido como metástasis.
El cáncer está principalmente ligado a emociones inhibidas, resentimiento muy profundo y a veces muy antiguo, con relación a algo o a una situación que te perturba aún hoy y frente a la cual nunca te atreviste a expresar tus sentimientos reales.
Aunque el cáncer puede declararse rápidamente después de un divorcio difícil, una pérdida de empleo, o la pérdida de un ser querido, ..., habitualmente, es el resultado de varios años de conflicto interior, culpabilidad, penas, rencores, odio, confusión, temores y estrés.
¿Vives sumergid@ en la desesperación y un profundo rechazo de ti mism@.
Lo que sucede en tu exterior es solo el reflejo de lo que sucede en tu interior. Metafísicamente hablando, la célula representa al ser humano, al individuo, mientras los tejidos representan el medio de vida o la sociedad.
Con frecuencia, eres una persona amorosa, servicial y atenta para tu entorno, sumamente sensible. Durante mucho tiempo, tus emociones personales han sido relegadas. Te has reconfortado y autoengañado, encontrando satisfacción en tu mundo exterior, pero tu universo interior se resiente. Como tienes una débil autoestima, cuidas de todo el mundo y dejas de lado tus necesidades personales.
Cuando parece que la vida ya no tiene nada que aportarte, tus ganas de vivir menguan.
Si vives emociones fuertes de odio, culpabilidad o rechazo, tu estado biológico se volverá muy reactivo (igual que tus células).
Si te sientes responsable de los problemas y sufrimientos de las vidas de los demás, iniciarás un camino de autodestrucción.
Cuando empiezas a sentirte cómod@ en el traje de 'víctima de la vida' compras boletos para la rifa de 'víctima del cáncer'.
El odio que sientes hacia alguien o una situación que te 'roe el interior', hará que envíes la orden a tu sistema inmunológico para que cese de neutralizar las células cancerígenas. Ese odio está profundamente hundido en el interior de tu ser y, a menudo, no tienes conciencia de su existencia. Estás demasiado ocupad@ representando el papel de 'buena persona'.
Tu cuerpo se desintegra lentamente porque tu alma se desintegra también: necesitas colmar tus deseos no satisfechos, en vez de únicamente complacer a los demás.
Has estado evitando durante mucho tiempo darte amor, porque crees que no te lo mereces. Tu voluntad de vivir se vuelve casi nula.
¿Tienes la sensación de haber 'fallado' en la vida?
El cáncer es tu modo de acabar, con la vida. Es un suicidio disfrazado.
La parte del cuerpo afectada puede aportarte información adicional sobre la naturaleza de tu enfermedad. Te indicará cuáles son los esquemas mentales o actitudes que deberías dejar ir.
¿Qué tal empezar por concederte pequeñas alegrías?
¿Crees que podrías retomar contacto con tu 'Yo interior', tu 'Yo creador'?
¿Podrías llegar a aceptarte tal y como eres, con tus cualidades, tus defectos, tus fuerzas y tus debilidades?
¿Cómo sería dejar atrás tus viejas actitudes y costumbres morales? No podrás amar la vida si no te amas a ti primero.
Es importante aceptar el proceso por el que estás pasando, porque si rehúsas hacerlo te estarás negando 'tu ahora'. Aceptar es mostrar respeto a tu momento presente.
¿Puedes llegar a tomar conciencia de todo lo que la vida puede aportarte?
Probablemente, cualquier ayuda que te haga sentir bien, a gusto, tenga un efecto armonizante.
Abrir tu conciencia (mente, corazón, cuerpo y alma) a todas las maravillas de la vida y la belleza que te rodean, fortalecerá tu sistema inmunitario.
¿Cómo sería permitir que tu luz penetre a través de cada una de tus células? Aprender a dar las gracias por tu salud radiante y por tu felicidad presente y eterna.
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La alternativa es la toma de conciencia.