En un instante la vida muestra su fragilidad, un suspiro agonizante y el tejido se marchita, como una llama extinta. Una sombra estrangula el latido apagado, el flujo sanguíneo interrumpido, una parte de tu cuerpo se desvanece en silencio. Un dolor punzante recorre tu ser, como espinas afiladas que rasgan tu piel. Un suspiro que se convierte en lamento.
📋 En general, un infarto (infartus) es la muerte de una parte de los tejidos de un órgano, también llamada necrosis, originada por la obstrucción de la arteria que llevaba la sangre en esta área.
Aunque áreas como el intestino, el bazo, los huesos y las venas puedan verse afectadas, las áreas más expuestas son el cerebro, los pulmones y el miocardio (que es una envoltura del corazón).
Al quedar interrumpida bruscamente la circulación sanguínea, por un coágulo o un depósito de lípidos (una especie de grasa) en una arteria, el infarto manifiesta que la alegría ya no circula en esa área (ocasionando, incluso, la muerte a esos tejidos).
Según el área afectada, puedes preguntarte qué es lo que ha llevado a tu cuerpo al extremo de la autodestrucción.
¿Qué te parece empezar por comprobar cuáles son las necesidades que has desatendido? Encontrar el modo para poner las cosas en orden en tu vida.
¿Cómo sería conseguir vivir experiencias plenas? Abrirte de nuevo a la alegría y empezar a sentirte feliz contigo mism@.
Desencripta la enfermedad, descodifica tu realidad.
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