En tu pecho se agitan sombras inquietas, una sinfonía caótica de pensamientos desbordados. Manos que tiemblan como hojas al viento, un palpitar acelerado, un latido desenfrenado, una montaña rusa de emociones desatadas. Tu mente, un laberinto de preocupaciones donde la inquietud se vuelve tu sombra, mientras buscas refugio en medio de tu tormenta interior.
📋 Los nervios se refieren a un estado de inquietud, tensión o ansiedad transitorio. La nerviosidad se manifiesta a través de diversos síntomas físicos y emocionales, como temblores, sudoración, dificultad para concentrarse, irritabilidad y alteraciones en el ritmo cardíaco.
Son un signo que indica que careces de confianza en ti, en tu entorno y en el porvenir.
Algunos signos externos te delatan, como querer ir demasiado de prisa, hablar muy rápido o respirar superficialmente.
¿Crees posible empezar a confiar en la vida? Comprender que querer controlarlo todo es un intento fútil.
Tomar consciencia de que tus nervios solo disimulan tu sensación de inestabilidad o el temor a un acontecimiento futuro (probable o no).
¿Qué te parece empezar por confiar en tu ser interior y aprender a relajarte (con regularidad)?
¿Cómo sería tomar un tiempo para ti, para centrarte, para respirar, solo por el mero hecho de respirar?
Desencripta la enfermedad, descodifica tu realidad.
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