Alergia

Bajo el lienzo del destino, tu sensibilidad es testigo de una danza efímera y fugaz, donde las alergias te envuelven en su manto, y despiertan en ti una lucha pertinaz. Un eco de incomodidad, un recordatorio de tu fragilidad, paciente y persistente.

📋 Una alergia es una reacción inmunitaria, que pueden oscilar entre leve y grave, frente a una sustancia generalmente inocua o inofensiva.

La sustancia alérgena (en el origen de la alergia) no provoca reacción alguna en la mayoría de la gente, y, sin embargo, tu sistema inmunitario la considera peligrosa. Esta respuesta tiene una causa interior. Frecuentemente, es el medio por el cual tu cuerpo te indica el estado de agresividad y de hostilidad que vives frente a una persona o una situación específica. Es tu mente o, más bien, la interpretación que realiza tu mente de esa persona o situación la que te provoca esta 'reacción de defensa'.

En tus manos está identificar qué es lo que causa tu irritación, la interpretación mental de lo que vives y el porqué de tu fuerte reacción emocional (mocos, lágrimas, ...).

En tu mente hay grabada un sinfín de sensaciones, buenas o malas, y en particular todo lo que implica tus cinco sentidos básicos. El olfato es el sentido más poderoso desde el punto de vista de la memoria.

A todas luces, si eres alérgic@ a algo, tu mental lo haya asociado a cierto recuerdo bueno o malo y tu instinto lo rechaza.

Nada puede parar esta reacción de rechazo, pues no es racional; forma parte del campo del instinto y del inconsciente. Es como si hubiese un 'enemigo que molesta'. Este enemigo toma poder, tu poder para ser y para hacer, y te sientes amenazad@.

Las reacciones alérgicas (incluyendo la fiebre del heno) son parecidas al asma, pero se sitúan más al nivel de ojos, nariz y garganta, en vez de pulmones o pecho.

Debes ser consciente que estás rechazando una parte de ti que te agrede y este es el medio que usas para expresar tus emociones, para echar afuera 'al malo', para decir 'No'.

Las alergias indican un profundo nivel de intolerancia. Quizás el miedo a tener que participar plenamente en la vida, a liberarte de todas las muletas psíquicas que te ayudan en la vida diaria. Quizás tengas dificultades para elegir, tomar el lugar que 'te corresponde'. ¿Buscas atraer la atención, la simpatía y el soporte de los demás?

La alergia aparece frecuentemente después de un acontecimiento en el que te has sentido separad@ de una cosa, de un animal o de una persona. Cuando vuelves a vivir una situación que te recuerda este acontecimiento triste y desgarrador, reaccionarás con una respuesta alérgica.

Es la expresión de una actitud defensiva y agresiva que ha sido reprimida y obligada a pasar al cuerpo. Esta agresividad suele estar muy bien encubierta.

Hay patrones predominantes:

si la situación vivida se acompaña de una gran angustia, son los senos que se verán más afectados (rinitis alérgica, resfriado del heno, estornudos).

si predomina el miedo, tu alergia se expresará más por la tos (dificultad en respirar).

si es más bien una separación que fue difícil, la reacción alérgena estará localizada más a nivel de la piel (eczema, urticaria, dermitis, ...).

¿Desde el corazón, crees posible empezar a aceptar tu vida y tus miedos? Puede que solo sea necesario permitir que el proceso de integración se active para que alcances paz interior y amor.

En las últimas décadas, ha habido un aumento en la prevalencia de las alergias en todo el mundo. Se ha observado un incremento significativo en los casos de alergias (respiratorias, alimentarias y otras).

Los casos graves, que se transforman en crisis de asma, tienen también una evolución negativa.

En el siglo XIX, el médico británico John Bostock, conocido por haber publicado probablemente el primer artículo científico sobre las alergias (1819), tardó 9 años en encontrar y estudiar 28 casos de 'fiebre del heno'.