Tú páncreas es el guardián de la dulzura, el mago de los sabores que los convierte en energía, dulce maná que se derrama en tu torrente y llena tus días de vitalidad y alegría.
En su cuerpo habitan las células más dulces, que controlan la glucosa con maestría y arte, cuidando que tus niveles sean los adecuados.
Es en el páncreas donde se mantiene el nivel de insulina que ayuda a la estabilización del porcentaje de azúcar en sangre.
Es una glándula mixta que posee dos secreciones, una externa y otra interna. La primera (externa) se vierte en el intestino y sirve a la digestión. La segunda (interna) es la insulina, una sustancia imprescindible para la sangre y el aprovechamiento de los alimentos de los que se obtienen los hidratos de carbono (pastas, dulces, azúcar, frutas, legumbres, verduras, ...).
Si el páncreas está en desequilibrio, puedes experimentar diabetes o hipoglucemia.
Cuando escasea la insulina, te adelgazas, pierdes fuerza muscular y tu resistencia física se resiente, a pesar de los buenos alimentos que puedas ingerir. Cuando la secreción es muy pobre, adviene la diabetes.
▸ Tu páncreas representa tu capacidad para expresar e integrar el amor dentro de ti y tu capacidad para transigir con los sentimientos negativos, como, por ejemplo, la ira, sin crear dolor.
El páncreas también está relacionado con la alegría de vivir y con el centro de energía (chakra) del plexo solar o manipura, que está situado en la base de tu esternón, a algunos centímetros encima de tu ombligo.
Un problema repentino de páncreas frecuentemente está vinculado a una situación conflictiva con otro miembro de tu familia en la que se está disputando más poder o dinero (por ejemplo, en el caso de una herencia).
La pancreatitis, que es una inflamación del páncreas, manifiesta la enorme rabia que te genera la vida, que para ti ha perdido toda su dulzura.
Si vives una situación innoble, vil y despreciable, y aun así tienes que pasar por ella, puedes desarrollar un cáncer del páncreas.
¿Crees posible tomar consciencia de tus necesidades y ponerte en marcha para satisfacerlas?
No necesitas buscar estimulantes artificiales para nutrirte (drogas, comida, sexo, …), solo has de aprender a amarte tal y como eres, y aceptar la dulzura de nuevo en tu vida.
Si cuidas tu páncreas como a un tesoro, aliméntalo con amor, tu cuerpo se mantendrá en equilibrio y armonía, lleno de vitalidad, energía y sabor.
Desencripta tu cuerpo, descodifica tu realidad.
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